lunes, 5 de julio de 2010

La Justicia es la clave para probar irregularidades atribuidas a Acepar



En medio del ya prolongado conflicto obrero-patronal de Acepar, con una huelga de casi 75 días, el grupo dominante del consorcio Cosipar (Cerro Lorito SA-Cootrapar), en este caso el del cuestionado empresario ítalo- argentino Sergio Tasselli, sacó el 23 de junio pasado al síndico de la firma, el Lic. Juan Bueno Rojas, por haber osado presentar un informe en el que rechaza el balance del 2009. En esta entrevista, Rojas revela los detalles de su informe y otros alegatos que pueden poner en aprietos a Tasselli.

Por Jorge Benítez C. (Abc Color 03-07-10)

–¿Por qué Juan Bueno Rojas está fuera de la sindicatura de Acepar?

–Por haber rechazado el balance trucho, amañado, del grupo de Sergio Tasselli; un balance al que si aplicáramos todas las previsiones legales y las normas internacionales de contabilidad, ese balance podría dar hasta un resultado deficitario con respecto al ejercicio 2009.

–¿Tiene alguna cifra al respecto?

–Por ejemplo, la utilidad del 2009 es de apenas US$ 1,5 millones, y si a esa cantidad se aplica la previsión contable correspondiente al reclamo laboral respaldado por resoluciones firmes y ejecutoriadas de la Corte Suprema, seguro que da una cifra negativa, porque solo se había previsionado una pequeña porción que corresponde a la cuota social y falta todo el pasivo y los intereses generados por no haberse pagado desde el 2001 ese y otros derechos contemplados en el contrato colectivo de trabajo reivindicado.

–¿Pero de cuánto estamos hablando cuando decimos “pasivo a favor de los trabajadores”?


–Se calcula que podría llegar a los un millón y medio de dólares aproximadamente por año (...). Para tener una cifra exacta, como dije en mi informe a la última asamblea en que rechacé el balance, haría falta un equipo técnico para estudiar la aplicación de cada concepto admitido legalmente, cuantificar el monto y expresarlo en cifras finales en el estado contable de la empresa.

–Hay versiones de que la diferencia entre Ud. y la empresa no es nueva.

–Bueno, el síndico siempre fue muy poco respetado. Por ejemplo, en el 2008 (muestra varias notas para respaldar lo que va a decir), solicité una oficina y por lo menos una computadora como condiciones mínimas para ejercer mi labor profesional de control, pero lastimosamente eso nunca fue concedido. Yo les manifesté que de esa forma estaban cortando y limitando en gran medida el trabajo del síndico, que de por sí ya es difícil por las características de Acepar, por ser una sociedad de empresarios y trabajadores.

–¿Pero por qué recién en el 2010 golpeó la mesa, cuando que hay situaciones como esa de hace varios años?

–No, ya en el 2008 la sindicatura a mi cargo se abstuvo de emitir opinión sobre la rendición de cuentas del 2007, cuando comenzamos a detectar algunas irregularidades en la venta triangulada de los productos de Acepar, principalmente palanquillas, a empresas conectadas al grupo Tasselli, como “Ganadera Dos Cauces”...

–¿Por qué aquella vez abstención y esta vez rechazo del balance?

–Porque no teníamos toda la película, ya que apenas un día antes nos entregaron algunos documentos y facturas que solicitamos para proseguir la averiguación, y luego fuimos verificando con mayor certeza los indicios, cruzando las facturas que Acepar emitía con los registros de Aduanas, tratando de conseguir datos por todas partes, y ahí pudimos encontrar las informaciones sobre la triangulación que hacía Tasselli a través de sus empresas vinculadas, especialmente “Ganadera Dos Cauces” y Aceros Zapla. (“Dos Cauces” es una firma paraguaya cuyo principal ejecutivo es Manuel Riera, miembro del Directorio de Acepar, mientras que Zapla es argentina y pertenece a Tasselli).

–¿Qué muestran específicamente esos documentos?

–Además de las subfacturaciones ya famosas, inclusive existen remisiones adulteradas, que en términos prácticos se reflejan en la denuncia que ha hecho también la Cooperativa Cootrapar, en el sentido de que llevaban “lomito” (palanquillas de primera) para Zapla y hacían figurar como “puchero” (producto degradado) para manipular los precios.

–¿Hay algún indicio de que esa triangulación incluía o se completaba con la importación de varillas y otros productos terminados de Zapla?

–Bueno, hay que entender en primer lugar que la prioridad para Tasselli no es producir varillas en Acepar, sino sacar mucha chatarra (arrabio) y palanquillas, hasta ahí. A él no le calienta que haya enderezados o varillas en el país, si total en caso de necesidad en una patada puede traer sus varillas de Zapla, como ya hizo en una época, mete en Acepar y vende...

–¿Ud. ve ahí una práctica desleal en contra de Cootrapar, la socia minoritaria?

–Sí, porque lleva la palanquilla de todos muy por debajo del precio de mercado y viene luego el producto final, ya con un alto valor agregado. Y esa ganancia que debería ser de Acepar y repartido entre los socios, sin embargo se traslada a Zapla donde toda la utilidad es para Tasselli, pues allí es único socio.

–¿Cómo puede hacer Tasselli esas subfacturaciones tan abiertamente?

–Y realmente lleva la palanquilla al precio que él quiere, porque de hecho es él quien administra Acepar. El gerente general (Néstor Méndez, también argentino) es su empleado de confianza, el director Orlando D’Augero y Manuel Riera también son sus empleados y de hecho no tienen autonomía para tomar decisiones. Tasselli maneja Acepar con telefonazos desde Argentina, junto a todas sus otras empresas.

–¿En base a los indicios y documentos que Ud. ha visto, se puede concluir que el grupo Tasselli causa perjuicios de tipo económico a Cootrapar?

–La calificación de “perjuicio” quedaría corta, acá hasta se podría decir que le está robando, y para tratar de demostrar eso Cootrapar recurrió a los tribunales para pedir una intervención judicial que hasta ahora no se ha ordenado. El expediente está desde diciembre pasado a cargo de la magistrada Nilze Ortiz.

–¿Y qué expectativa existe con respecto a esa causa?

–Y los informes extraoficiales que se reciben en Cootrapar indican que la citada jueza no tendría las condiciones técnicas para analizar una demanda de 45 millones de dólares. Según la opinión y el criterio de algunos destacados juristas consultados al respecto, la intervención solicitada en diciembre pasado debería haberse dado prácticamente sobre la marcha y entregar la administración de Acepar a un interventor judicial para facilitar el acceso a los documentos que justamente pueden probar las denuncias sobre la mala administración de Tasselli en esa empresa, pero no lo hizo.

–¿No es demasiado hablar de un perjuicio de US$ 45 millones?

–En la demanda está esa cuantificación, que puede ser inclusive más porque esa cifra salió de un estudio sobre documentaciones preliminares. El trabajo fue serio, con profesionales contadores, ingenieros y abogados; no es que esto un día se le antojó a alguien y dijo “Tasselli nos debe tanto”, sino que abarca una revisión desde el 2007.

–Cootrapar ha denunciado también supuestas sobrefacturaciones de equipos, repuestos e insumos a favor de otras empresas de Tasselli. ¿Le consta eso?

–Los datos sobre las sobrefacturaciones en realidad están en la demanda planteada por la Cooperativa ante la Justicia y habría que mirar ahí.

–¿Pero el síndico no tiene acaso potestad para verificar esas denuncias?

–Bueno, según lo que dice el Código Civil en su Art. 1.124, el síndico tiene una amplia potestad para fiscalizar la sociedad, y desde luego ellos no me van a facilitar esa tarea, soy yo el que debe investigar, pero si tengo dudas ellos me tienen que proveer las informaciones o documentos que solicito, y sin embargo no te dan. Ahora, hay que aclarar sobre ese tema que esas sobrefacturaciones no son fáciles de detectar.

–¿Y por qué es difícil la detección?

–Porque por ejemplo, agarran alguna empresa del grupo, como Tasser, Tech SA o Ganadera Dos Cauces, y compran un producto equis, supongamos un horno cuchara usado de Zapla, a través de alguna de ellas por 1.000 dólares y ese mismo producto le vende la intermediaria de Tasselli a Acepar por cinco o seis veces más de su valor inicial. Y para poder probar estas actuaciones inescrupulosas es lo que se necesita el auxilio de la Justicia, que hasta ahora no se ha dado. Si esto es cierto, quiere decir que Tasselli está “engordando” a sus empresas satélites y disminuyendo las ganancias de Acepar, donde debe compartir utilidades con Cootrapar en una porción del 33,3%.

–¿En la demanda solo se pide la investigación de las empresas de Tasselli?

–No, la Cooperativa también apunta a que la Justicia requiera datos al Registro Público sobre otras empresas proveedoras y compradoras de Acepar, porque se tiene la sospecha de que este negocio pueda estar conectado también a ciertos políticos.

¿Se tienen nombres de esos políticos?

–Siempre se habla de algunos nombres, pero no hay suficiente certeza como para mencionarlo públicamente.

¿Ud. que estuvo en varias etapas de la vida de Acepar, podría decirnos cuál es la “herencia” dejada por los mandamases iniciales de la acería privatizada, en este caso Guillermo Stanley y Juan Carlos Canese?

–(responde en tono irónico) Y el habernos consorciado con estos cuestionados empresarios argentinos (Tasselli entró a Acepar tras comprar acciones de Stanley y Canese en Cerro Lorito SA), esa es la herencia más grande que dejaron en Acepar.

–¿Solamente eso...?

–Bueno, también se les atribuye la paternidad de los dos laudos, creo que de 2000 y 2003, por los que lograron con el Estado una quita de casi 14 millones de dólares del precio inicial de 35 millones. Y en esa quita figura una indemnización de casi 3,5 millones de dólares que cobró Cerro Lorito SA. por un dudoso contrato de provisión de piedra caliza, que debería revisarse.

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